viernes, 24 de agosto de 2007

Libros y Sueños

Los libros yacen llenos de polvo ansiosos por ser leídos. La verdad es que esta frase la leí en un relato, ignoro de quien o de que se trataba, lo cierto es que en este cuarto, que se encuentra levemente iluminado por un par de veladoras, está cubierto de libros, de polvo y de tela de araña. ¿Qué hago aquí?

Es cierto, ya lo recuerdo, la mansión es grande. ¿Pero que mansión? De que hablo… Intento salir por la puerta por la que nunca entré y caigo en la sorpresa, no hay puerta. ¿Qué ocurre? ¿Qué es este lugar? En mi mente se comienzan a maquinar infinidad de posibilidades. Este cuarto, encontraré algún día la salida. Los libros me tientan, siento que si tomo uno jamás volveré a ver la luz del sol o la tenue claridad de la Luna. No… no tomaré ningún libro, puedo llegar a obsesionarme y leerlos todos y morir aquí.

¿Cuánto dura la noche? No es pregunta que yo me plantee. La portada de un libro indica ese título. ¿Cuánto dura la noche? La pasta es suave, ignoro el material. Bueno, puedo leerlo, llevo aquí demasiado tiempo. Abro el libro y la primera página dice:

“Lo que tu quieras”

Voy con la siguiente…

Cerca de caer la noche, un joven contemplando la hermosa vista que le otorga el crepúsculo, se pregunta ¿Cuánto dura la noche? Es cierto que tiene una medida, pero cuando no cierras los ojos el orto nunca llega y cuando los cierras, la noche ya no es la noche, sino un mundo más. ¿Cuánto dura un sueño? Se pregunta de nuevo, entonces para corroborarlo decidió dormir un momento. Ahí, al aire libre. Se acomoda lo mejor que puede y al cerrar los ojos presiona un botón en su reloj que inicia el cronómetro.

Uno… Dos… Tres… Cuatro…. Cinco… … … Se queda dormido, contempla un cuarto lleno de libros y después de distraerse toma uno, lee la portada y dice:

“Abre los ojos, está lloviendo”

Me pongo de pie de golpe… Estoy… ¿Dónde estoy? ¿Qué es está pasando?

De pronto siento como una ligera lluvia deja caerse. ¿?

Me niego a pensar… Tomo mi cuaderno y escribo “Soñé que estaba en un cuarto, sin recordar de donde venía, tomo un libro y me relata lo que sucede antes de despertar. ¿Cuánto dura la noche? Es improbable la respuesta”

-¿Qué haces? Pregunta un tipo detrás de mi que no sentí venir.

Escribo

-¿Qué escribes?

Que estaba soñando

Y si te digo que te puedo mostrar algo que te despertará ¿Vendrías conmigo?

Que libro tan raro, las demás hojas están en blanco. Veamos otro, a habitación tiene tantos que ya no sé ni cual tomar, sería más fácil si hubiese uno solo. Tomo uno, soplo el exceso de polvo y leo la portada “La puerta está aquí” Leo la primera página…

El joven deja de leer y ve hacia atrás y contempla la puerta, la abre y ve un espacio negro. Se tropieza y cae en ese abismo, ve como a lo lejos la luz de a puerta se hace pequeña y abre los ojos. Está en su cama…

Cierro el libro… ¿Será cierto? Estoy durmiendo… Abro mis ojos y aún veo el resplandor del cielo en pleno atardecer. Recuerdo el conteo del cronómetro. Diez segundos. Eso dura un sueño. Siento que pasaron horas. ¿Cuánto dura la noche?

Busco en mi morral un cuaderno para escribir lo sucedido y lo confundido que me encuentro… ¿Qué es eso? ¿Un libro? Ese libro nunca lo había visto, veamos el título.

“No te duermas, quizá ya nunca despiertes”

sábado, 18 de agosto de 2007

Encuentro

Veo tu espalda
acaricio tu piel
me sientes y te estremeces
volteas y no me ves
te doy un beso
que sacude tu quietud en un espasmo
y saboreas mis labios
te veo de frente
te amo, lo sabes
te conozco y a la vez no
me enredo en tu alma
y oprimes mi corazón
mi ser siente fallecer
y trascender hasta llegar
por completo a ti
te veo de frente
y tu ves mi mente
La noche se hace corta
y te alejas
y cuando intento alcanzarte
mis ojos se abren