lunes, 19 de marzo de 2007

Complot (Segunda Parte)

-“Noticia de Última Hora”-

-“Parece que éste día no acaba con sorpresas. Hoy en la mañana encontrados los cuerpos de dos oficiales torturados y ahora por la noche, el sonido de una fuerte explosión despertó a media ciudad, provocando incertidumbre por parte de la población. Y para sorpresa de todos, la Casa, supuestamente, Presidencial, fue destruida por dicha bomba. Aún no se ha confirmado si el presidente se encontraba o no dentro, pero los mantendremos informados al respecto… -“

Hace una pausa apretando el auricular a su oído

“-Señoras y señores que siguen nuestra transmisión, tenemos que informar una grave noticia. Acaban de comprobar que el Presidente se hallaba dentro. El presidente de Guatemala ha sido asesinado. Nuestras condolencias para…”.

Andrés apaga el televisor.

-Bueno, dice, ¿Quién me tiene información acerca de la otra parte del plan?-

Mario se pone de pie y dice: -Todos los partidos políticos existentes han sido amenazados, salvo uno, el partido “Nueva ERA”. Solo ellos tienen permitido participar para la nueva presidencia. Andrés, déjame preguntarte algo ¿Para que las amenazas, cualquier otro puede tomar su cargo? No lo comprendo.

-Verás amigo mío, éste Presidente, quien me imagino se encuentra en pedazos, tenía una característica peculiar: No compartía el poder. Si podrás recordar, no presentó vicepresidente a la hora de colocar su gabinete. Y déjame informarte que no tenía gabinete. La presidencia por increíble que parezca, la manejaba el solo. Esa fue nuestra ventaja y su debilidad, ahora se tendrá que votar de nuevo, pero ningún partido puede participar, y es ahí donde los quiero atentos, si ustedes por algún medio, se llegan a enterar de la participación de cualquiera que no sea el que elegimos, aniquilen a su representante si piedad. Bueno, caballeros, aquí quedamos, ahora solo nos queda esperar. Dentro de poco nos reuniremos nuevamente en éste mismo lugar, yo les haré saber cómo, hasta entonces nos vemos.-

Andrés, quien estaba más próximo a la puerta, fue el primero en abandonar el lugar. Al momento le imitaron sin despedirse tomando cada quien caminos distintos para descansar un poco. El día cero concluye.

Dos semanas después, el nuevo presidente de Guatemala ha sido elegido.

El noticiero anuncia: “-Ahora tenemos las primeras palabras como presidente de la nación al señor Ángel Justiniano, escuchémosle: “¿Quieren saber cual es el resultado de ésta elección? No más hambre, no más injusticia, no más abusos por parte de la autoridad. La paz, pura y verdadera vendrá en el tiempo próximo y yo me voy a hacer responsable a partir de hoy de finalizar la guerra. Las pandillas se extinguieron, los toques de queda también. Ya no hay razones para temer. Guatemala es nuestra otra vez”-

Satisfecho Andrés, sonríe. Apaga el televisor y sale un momento para tomar aire fresco. Como es de costumbre en todos los días, avisa en su casa que dará un paseo en su bicicleta y que regresará en un par de horas. Mientras tanto, Mario en su casa recibe una extraña nota, en donde se le exige presentarse de inmediato en la casa de Andrés. Sin cuestionarse mucho, decide ir. Andrés en su camino se topa casualmente a una mujer que antes fue su novia. –Sarah, ¿Cómo estas? Hacía tiempo que no te veía- Pregunta.

-No me quejo- Respondió.

-¿Cómo te va con Gabriel? -

-A pesar de ser éste un tanto celoso, nos llevamos bien, pero, preferiría estar contigo. Todo por tus malditos proyectos me dejaste de lado, y ahora que envolviste a Gabriel también, creo optaré por dejarlo.-

-Ahora ninguno de los dos está arraigado a ningún compromiso, salvo Gabriel que está comprometido contigo.-

-Eso se puede arreglar,- dijo coqueteando.

-Sabes que eso no puede ser, aunque me muera por dentro por tenerte a mi lado nuevamente. Bueno, esos fueron buenos tiempos. Ya es tarde, debo irme-

Se despide y cuando se retiraba, Sarah le pregunta:

-¿Ustedes no tuvieron que ver con la Muerte del Presidente? ¿Verdad?-

-No, éramos un partido político, que a final de cuentas fue amenazado, pero ahora no hay nada que hacer, ya todo está decidido. Adiós-

Andrés se marcha. En su interior, se molesta por no despedirse como era de su dama que, en antaño fue suya.

Unos minutos más tarde Mario, un tanto confundido, pregunta en la residencia de Andrés si éste se encuentra. Al responder el padre de Andrés negativamente, éste se inquieta. Se despide y se queda enfrente observando hacia todos lados. Y en esas estaba cuando ve algo que llama su atención, un aparato extraño estaba a unos pasos de él. Se le hacía algo familiar, luego recordó que fue el aparato utilizado para detonar la bomba en la Casa Presidencial. Presiona el botón por pura curiosidad y activa una carga explosiva que yacía oculta bajo la casa de la familia de Andrés, ésta explota destruyendo el hogar por completo y lanza a Mario varios metros hacia a atrás. Éste se queda perplejo sin saber que pensar, acto seguido, Andrés llega arrojando su bicicleta y ve a Mario con los ojos envueltos en llamas. Mario intenta explicarle, pero Andrés le calla dándole una patada en la cara. Éste no puede detener su golpiza. –Maldito Asesino, mataste a mis padres, la misma suerte correrá contigo, maldito traidor-

Saca un arma que traía oculta en el tobillo. Mario articula unas palabras entre lágrimas y alaridos, pero Andrés dispara dos veces justo en la cabeza.

Sin saber que hacer o que pensar, camina y se marcha sin saber a donde ir. Se aleja del lugar con los ojos llenos de rabia y confusión. Después de un buen rato, llega al centro de reuniones y rompe a llorar en medio de la oscuridad. La noche cae con lentitud, y con ella una estrepitosa lluvia se hace presente. De pronto alguien entra. Andrés observa estupefacto al visitante, es Sarah.

-¿Qué haces aquí? Pregunta Andrés poniéndose de pie.

-Ésta nota llegó hoy a mi casa, diciéndome que encontraría aquí a Mario, pero en vez de eso estás tú. Puedes explicarme que sucede, por que no entiendo nada-

-Creo que al oír lo que voy a decir, enloquecerás conmigo. Mario está muerto, yo lo maté. El maldito, asesinó a mis padres, yo lo vi, y creo que quería matarte a ti también, pareciera que intentaba aniquilar a las personas que más amo.-

Sarah no sabe que decir, y abraza a Andrés a modo de consolarle. Andrés no resiste más y le roba un beso. Sarah le besa después y el descontrol arriba. Tanto era el amor que uno profesa por el otro, que parece no importarles los acontecimientos ocurridos. Y mientras la lluvia con la fría noche, cae con fuerza en el exterior, caso contrario ocurre adentro, en aquella hoguera de delirios, pasiones y desenfreno. Sarah se acuesta en la mesa con la piel desnuda y Andrés se pone de pie para contemplarle. A punto de desabrocharse el pantalón estaba cuando vio por la ventana algo que le llenó de confusión inmediatamente. Encontrábase observando maliciosamente, Sergio, quien con una sonrisa en el rostro veía como Andrés hacía suya a la bella dama. Sergio aún riendo, da un par de pasos y descubre detrás de él a Gabriel quien veía todo con una rabia indescriptible en los ojos. Éste trepa por la ventana y sacando un arma dispara. Andrés se arroja al suelo evitando el ataque. Sarah corre desnuda en busca de ayuda, pero Gabriel le dispara en la espalda varias veces y ésta cae muerta – Esa es tu suerte, maldita perra- Dice Gabriel. Andrés ve los ojos sin vida de su amante, y saca también su arma, tomando desprevenido a Gabriel, quien recibe un disparo en el hombro. Andrés aprieta el gatillo nuevamente, pero las balas se agotaron. Gabriel aprovechándose, descarga toda la tolva en el pecho y cabeza de quien unos días antes fuera su amigo. Sergio entra y ve a Gabriel en un mar de lágrimas, maldiciendo y golpeando objetos. –Tranquilo, le dice, dame el arma. Todo saldrá bien-

Sergio toma el arma, y a escondidas la recarga.

¿Qué haces? pregunta confuso Gabriel.

-Algo que jamás lograrás entender-

Y con suma frialdad dispara dos veces en la cabeza a Gabriel. Éste cae muerto junto al cadáver de Andrés.

Sergio toma de su bolsillo un radio, e informa:

-“Está hecho. Pasamos a nivel tres”-

La mini-van es conducida por Sergio en una carretera abandonada, muy lejos de la ciudad. Disminuye la velocidad y se detiene frente a un automóvil lujoso. Sale de su auto y levanta las manos mostrando que se encuentra desarmado. Del otro auto, sale un tipo vestido de etiqueta, completamente de negro. Se coloca frente a Sergio y le dice:

-Dime… ¿Sergio? ¿Así es como te llamas? ¿Verdad? Bueno eso no importa ahora. Respóndeme está pregunta. ¿Cuánto le costó a tus amigos tu traición?

-Veinte millones- Responde casi de inmediato.

Abre el baúl y saca un maletín, le abre y le muestra la cantidad negociada en billetes de color verde. Casi arrebatándole el maletín, Sergio lo toma y antes de que éste pudiera darse la vuelta, el tipo le dice:

-Quisiera agradecerte, ya que si no hubiera sido por ti, me encontraría muerto. Y ahora, siempre a causa tuya, soy uno de los hombres más ricos del mundo. Parte de la estafa, va contigo en ese maletín, así que ten mucho cuidado. Quisiera verle la cara al gobierno mexicano, que aún piensa que Petén será de ellos. El dinero ya estaba depositado en la cuenta del gobierno antes de que la explosión acabara con mi casa.-

-Debo marcharme Señor Presidente- dice Sergio

-No me digas más así, respóndiole. La presidencia está a cargo a hora mi marioneta Ángel Justiniano. Bueno, todos los presidentes que han sido electos desde inicios del siglo XXI, pertenecieron y pertenecen a mi gremio. Y que mejor, si tenía alguien alguna sospecha al respecto, yace ahora tres metros bajo tierra-

Y mientras Felipe Monterroso seguía con su parloteo, típico de los políticos, Sergio abre sigilosamente el maletín para ver su recompensa. Toma un billete y lo siente extraño.

-¡Es falso!- Dice sorprendido, interrumpiendo la labia de Monterroso. Toma un fajo y observa que no solo el primer billete es falso, una copia, sino que además el resto del dinero, son solo hojas de papel meticulosamente cortadas. -¡Me has engañado Maldito!-

Grita Sergio con fuerza.

-¿Por qué tenías que ser curioso y ver tu dinero ahora? le dice Monterroso molesto.

-¿Cuándo vas a aprender tonto niño?

Soy un político, el engaño es mi arte. ¡Mátenlo!

Diciendo esto, diez hombres fuertemente armados brotan de la oscuridad. El Auto lujoso se aleja con Monterroso dentro y estando ya lejos se escuchan las detonaciones que acaban con la vida de aquel que vendió a su país por un billete falso.

Monterroso levanta su copa llena de Champaña brindando con sus colegas.

-No hay nadie quien lo niegue ya- dice con la copa levantada

-Guatemala es mía y de nadie Más-

El auto acelera y se pierde en la oscuridad de la carretera, marchándose con él, la esperanza y la libertad de una Nación.

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