martes, 19 de abril de 2011

...Subconsciente... (Segunda Parte)

(El Negocio)

Hoy me levanté con ganas de matar a alguien, la verdad no soporto al ser humano; es más, no me soporto a mí mismo... Tantas veces me encuentro desesperado con esa pisada que despierta junto a mí, ojalá lea estas líneas, así se entera del asco que me produce. Yo sé que se acuesta con el mierda del Coca, ese hijo de la gran puta que arruinó mi matrimonio desde hace cinco años y yo aquí con cara de mula escribiendo en esta máquina de mierda pagando cincuenta quetzales, es el único lugar donde puedo desenvolverme con libertad. Como quisiera matar a alguien, estoy tan aburrido, como quisiera encontrar tiempo para masturbarme o cogerme a la serota de la Julia, esas piernas, esa culera como me mira, me la voy a coger un día de estos ni cuenta se va a dar cuando mi verga esté metida en su garganta y se ahogue... Sí, que se muera esa hija de puta también, que se muera todo el mundo... Meterle la verga a un muerto... Que rico... Hija de puta, serota de mierda... Como quisiera matar a mi esposa, serota pisada, puta de mierda, cómo si no supiera que cuando eramos novios te cogías con todos los de la cuadra y ahora siendo mi esposa se quedó solo con uno... (No, yo la amo, ¿por qué se escriben estas cosas que no pienso? Sería incapaz) Pero sí, te engaña y lo sabés... La aborrecés, todos los días cuando la abrazás sentís la pestilencia de ese mierda del Coca, el hijo de puta que se la ha cogido siempre... (¿Qué Coca? no conozco a ningún Coca, mi esposa, no la odio, la amo... ¿Qué le pasa a esta máquina? No soy ningún frustado ni tengo intenciones de matar a nadie...) Cuántas veces he deseado violar un par de mujeres, de esas que están en la calle con ropa que reduce el trabajo de la mente, ya no hace falta desnudarlas con la imaginación, un solo jalón en la blusa, en un callejón solitario, un pañuelo en la boca para silenciar el grito de placer que ya debería estar sintiendo con mi verga metida... (Pero yo no escribo eso, ¿Qué pasa? es impresionante como se van escribiendo otras cosas, pero yo pulso las teclas que son).

Mi novio... Ah, mi novio, como lo quiero, y dependo totalmente de él, mi felicidad, mi tranquilidad, solo lo necesito cerca, aunque yo sé que anda con otras, pero lo necesito, no puedo vivir sin él, no puedo, no podría... (¿Que? Pero yo no tengo novio, ese serote no es mi novio, yo solo me aprovecho de su dinero ¿Pero qué le pasa a esta máquina?).

Siempre he tenido miedo de lo que piensan de mí, por eso me defiendo maltratando, figiéndome macho, porque hay que ser sinceros, a mí me gustan los hombres, en especial el que se sienta detrás mío en la clase, es que es tan lindo, se me estremece el cuerpo cuando me toca y me pide que le preste mis cosas yo dándoselas un día casi me lo agarro, casi me le tiro encima es que no aguanto es que me gusta tanto, pero también me gustan las mujeres, pero hoy, ahora, en este momento él me gusta, sus hojos verdes, su pelo lacio y negro y su piel blanca; sus músculos, aunque a él le guste la Sarah, pero no importa, esa puta... (Sarah es mi novia, y el canche es mi gran cuate... ¿Qué putas?)

martes, 5 de abril de 2011

...Subconsciente - Primera Parte...

No encuento en el pensamiento esa esencia, ese fulgor, ese instante eterno que me hace sostener en el aire recuerdos de aquellos días cuando escribía; cuando la noche me acariciaba con sus dedos fríos mientras me acurrucaba la madrugada, mientras peleaba con el lapicero cuando escupía sus últimos espasmos de tinta negra. ¿Qué sucede ahora que tanto que tengo que decir que ya no puedo decir nada? ¿Se me agotó la forma? ¿Se entumeció mi cerebro y anulé la fórmula que me hacía vomitar cualquier idiotez que me encuentro abandonada en los resquicios de mi imaginación? Perdí la capacidad de sostener una idea, perdí la necesidad de escribir, y si de verdad sucede así, ¿Cuál es el sentido de mis palabras? Si no existe nada dentro de mí para escupir, ¿Qué sentido tiene escribir? ¿cuántas veces no me he encontrado con el problema maldito de encontrarme abandonado con mis propios demonios? Seres que me torturan soterrando ideas y pensamientos, algunos buenos y me hacen arrojar al camino lo peor, lo inútil, lo absurdo... Cada día, cada noche, cada segundo, pienso, deseo y necesito escribir; lamentablemente ya no se de qué forma...


Leyó lo escrito luego de arrancar con fuerza la hoja de la máquina de escribir; se sintió abandonado, triste. Arrugó el papel y lo arrojó a la basura pero en el camino la hoja se extendió y se abrió quedando lisa cual hoja nueva y cayó lentamente contoneándose con el viento en un vaivén que llamó la atención del frustrado escritor que no hizo más que levantarse de inmediato, revisar el contenido de la hoja y asombrarse de que lo escrito era diferente... Por un instante creyó que se trataba de un sueño, o de una las acostumbradas alucinaciones, pero era una realidad, una de esas que se escapan de la rutina de la normalidad desafiando el equilibrio... Leyó y en la hoja estaba escrito lo que estaba pensando mientras escribía, la máquina de escribir que tenía en frente era capaz de retratar lo que una persona en verdad piensa y siente... La hoja estaba llena de lamentos, incoherencias, confusiones, situaciones complicadas y muchas confesiones... en las líneas se percató de la peligrosidad de su máquina, con ella podría leer el pensamiento de las personas sin necesidad de recurrir a interrogatorios, solo bastaba que escribieran en ella para que ésta se encargara de desnudar el alma en un papel... Pero ¿Cómo convencer a las personas de escribir en ella? ¿Sería un buen negocio? ¿Cuánto podría cobrar por revelar el propio pensamiento? La verdad es una experiencia en ocasiones nefasta y en otras satisfactoria, porque el subconsciente había encontrado la forma de expresarse, había descubierto la manera de manifestarse utilizando las palabras y el propio lenguaje dejando libres las propias ideas... Seguramente sería un buen negocio, cobrar una considerable cantidad por las personas que leeran su propio interior, que sabrán realmente lo que piensan. Bien dicen que todo negocio nace en la satisfacción de una necesidad; en el verano bien se venden los helados y no un café; el ser humano jamás se conoce, nadie nunca ha sabido cómo leer lo que se lleva dentro... En estos instantes ya se sabe, será un buen negocio... Pero ¿Y las letras? ¿Dónde queda toda esa necesidad de expresarse que había sido descrita? ... Lee la hoja... Y descubre, a parte de saber que no le interesa la escritura, siempre tuvo necesidad de conseguir dinero fácil, de trabajar lo menos posible y conseguir dinero, siempre es dinero, necesidad imperante en todo ser humano dependiente de ese dios moderno que satisface cualquier necesidad con un mísero billete. La hoja le reveló que debía montar un negocio, y ya sabía cuál y de qué tipo... Solo debía hacer un par de pruebas con sus amigos... Podrían robarle la idea... o peor aún... la máquina... es peligrosa... es una máquina invaluable que nadie debe descubrir... Pensó que con el primer dinero que consiga invertirá lo necesario en conseguir una caja fuerte para que esté a salvo de la malicia del ser humano y al mismo tiempo servirle para sus placeres más mundanos... No importaba, el negocio, el dinero, los millones se dibujaron silenciosamente en su mente, sus recorridos por los mejores bares del país, con las mejores putas, cogiendo a diestra y siniestra con todo el dinero del mundo... ¿Qué más quiere el hombre? no hay profundidad en sus palabras, el hombre quiere siempre el camino más fácil y él lo tenía, había encontrado la fórmula del poder, era una máquina de escribir capaz de deslindar el subconsciente de las personas, el mejor psicólogo, pero ¿Cómo hacer que la gente escriba sus pensamientos y que la hoja se arrugue y revele el interior? ¿Cómo? maltida sea ¿Cómo? y en un instante de lucidez, encontró la manera...

jueves, 31 de marzo de 2011

...Laberintitis...

Rebotan las paredes en mis ojos; las atucia injusta del silencio se cuela en mi piel lame el porvenir y me derriba. Los pies son impacientes perros, en busca de la guarida del descanso; las manos son gatos infieles recorriendo y arañando la nada.

El cuerpo en su estado pétreo deambula inmóvil por la enredadera del viento donde se escurre una sonata de un ojo que acurruca a las tinieblas. Las paredes cierran el paso a la vista suturan el sonido al oído. Porto semillas pérfidas, carezco de vida e inteligencia, soy un cuerpo sin alma que mediga sueños. El silencio es ruidoso grita y encierra mis fuerzas. El deseo de libertad, derribar las paredes, se diluye transformándose en caricias lúcidas y multicolores repletas de nada y de todo.

Estoy enfermo, esa es la verdad, la sinfonía del gato me arrebata esencias el aliento que se agita en mi sien me inquieta, el halo estridente estremece el olfato de mi piel. Estoy enfermo, las paredes me conducen hasta los ladrillos que forman el majestuoso y gigantesco laberinto. El ojo gigante me observa la caricia de su parpadeo me envuelve en un vaivén lújubre y delicioso...

¿Qué tengo? ¿Qué soy? No muero, tampoco vivo, estoy enfermo... Los ojos se me nublan, las paredes me consuelan, me abrazan con fuerza sutíl; me cargan y me acarician. La enfermedad me vence, el desatino se vuelve certero y la razón es ya neta confusión. ¿Qué tengo? ¿Qué soy? Estoy enfermo de laberintos, soy prisionero de laberintos. Siento besos y abrazos, dama dulce, tierna dama, no me sueltes, no te vayas; Solo veo paredes que me encierran... solo veo paredes, solo, solo, solo paredes... Laberintos...

lunes, 28 de marzo de 2011

...Pensamientos al Azar...

Labios peligrosos, temblorosos... Sintonía de indirectas, anagramas temperamentales, situaciones agobiadas al volante; ya no soy más el espejo de tus sonrisas, ya no soy más la ausencia de tus malicias... Veo el final del camino en el horizonte mojado... El limpiaparabrisas no deja de taladrarme las ideas con ese vaivén estrepitoso... Deambulan mis pensamientos en los charcos callejeros, se atoran mis pies en los pedales; las velocidades no entran como quisiera, el cigarro se mojó con la lluvia, me atormentan las caricias, ahora las siento como si una mano con púas hubiera desgarrado mi pecho... Deambulo con las ideas y con los pensamientos... Me envuelvo, me revuelvo, el corazón se acurruca, se aprieta, se transforma en demoledor de alegrías... Ya no soy más el espejo de tus sonrisas, ya no soy más y no ser me hace estar y adolecer, depender... Triste sintonía de indirectas, de anagramas temperamentales, de palabras ininteligibles, de griteríos absurdos, de dolencias absurdas, de miradas absurdas, de melodías absurdas... Sentir lentamente el cuchillo penetrar sería formidable...


Hoy, denuevo deambulo con mis manos aferradas al tubo el bus para no caer y veo como la lluvia cae y como esos ojos me observan y me duelen y se duelen y me huelen... Luego, sentiré como acaba la vida cuando los pensamientos dejan de ser y comienzan a estar...

martes, 22 de febrero de 2011

...Pensó...

En ocasiones tener el remedio necesario para la cura de cualquier mal, no es lo mejor, a veces, en ocasiones, es necesario dejar que el enfermo muera, para alimentar a la muerte; pero es cuestión de principios; en la vida se hace evidente la disposición para que las tragedias se den, para que la gente tenga algo porque llorar, para que los sufrimientos florezcan a flor de piel, a veces la gente necesita la tragedia para sentirse con vida al inhalar el olor de la sangre de cada banqueta, de cada asiento donde se ha derramado con todas las fuerzas de la ley de la vida que alguien en su enferma y sanguinaria mente diseñó para cada uno de los habitantes de éste país.

Hay que dejar que la gente muera, es la causa natural, no hay porque forzar a que otra cosa suceda, hay muchas personas en este país, hay una densidad poblacional alarmante, cada vez nacen más pobres, entonces, hay que matarlos a ellos, ellos son los que no saben leer ni escribir, es más no generan ingresos al país, tal vez en algún futuro sean ellos quienes nos asalten en la esquina, o a la vuelta de la casa, ya no hay que permitir que esto continúe, por ello hay que idear un plan, no solo para demostrarle al gobierno actual que podemos contra ellos, y que esa sus redes con el crimen son para niños, ya verán como arruinamos sus planes de seguridad con nuestro plan de inseguridad, ya verán cómo es que nos aprovechamos de esa desventaja que tienen al no tener los contactos que tenemos; ya verán, solo esa es la forma de llegar al poder; eliminando a quienes favorecen, ya verán, esos votos de pobres; la gente que tiene las posibilidades es quien al final elige a su gobernante, nosotros solo somos sus servidores, hay que garantizarle a estos individuos que ninguno de sus intereses será dañado, por ello, seremos para ellos y ellos para nosotros, daremos y a la gente le serviremos un poco, pero nosotros nos quedaremos con más…

Pensó el político aspirante a la presidencia de determinado país al concluir su discurso de campaña antes de iniciarse las elecciones… pensó, solo pensó.

lunes, 14 de febrero de 2011

...("Diálogo")...

Adios - dijo... Pensó decir: hasta pronto...
Me voy - dijo ... Penso hacer, pero no se fue...

...Quiso quedarse y marcharse; caminar lejos y cerca, largarse y perderse...
...Dejó de ser con el tiempo después de su no huída...

Adios - respondió entonces... Pensó responder: no quédate, abrazame...
Vete - respondió entonces... Pensó responder: ¿Qué pasa? ¿Por qué te vas quedántote?

...Y la dejó marchar cuando se quedó después de levantarse y caminar pensando que nunca se iría y quiso decir cuando ella ya nunca estuvo...

Hola - dijo... Pensó decir: ¿Cómo estás? Mucho gusto, ya me voy.

Muy bien - respondió entonces... Pensó responder: Muy bien, igualmente... Ya me fui....


miércoles, 2 de febrero de 2011

...

Constantemente veo como se amontonan situaciones en mis pies, delirios en mis ojos, psicósis enfermiza con sabor a chocolate, a pastel de chocolate; y un candor exquisito sangra en mis pensamientos enmudeciendo mis palabras; las sombras asechan tristes; mis mundos se han vuelto rutina por comodidad, dormir por despertar, silencio por respeto, delirio por cordura, ternura por caricia, lágrimas por piedras; árboles por cafés, magia por música, placer por películas; serán las mismas cosas de siempre, y seré el mismo de siempre, el mismo esclavo de las cosas, el mismo esclavo de las rutinas, el mismo prisionero de las situaciones amontonadas, el mismo, simplemente el mismo, aquel que se acostumbra con facilidad, que se ajusta al engranaje cotidiano, a una vida en la ciudad, así es éste ser, éste tipo, éste yo que siempre desconozco cuando lo veo en el espejo...